Acne & Red Light Therapy
El acné (acné vulgar) es una afección de la piel en la que los folículos pilosos y las glándulas sebáceas se obstruyen con células muertas de la piel. Esto crea protuberancias sobre las glándulas sebáceas obstruidas, conocidas como puntos negros, espinillas o espinillas.

Esta condición va desde brotes leves ocasionales debido al estrés, una mala alimentación o fluctuaciones hormonales. Pero también pueden aparecer variantes más crónicas, como el acné quístico y las lesiones de acné.

El acné no sólo causa molestias en la piel, sino que también puede tener un gran impacto en la salud mental, resultando en una baja autoestima y baja confianza en uno mismo. Incluso después de que el acné severo desaparece, pueden quedar cicatrices de acné y piel irregular.

Estudios sobre la terapia de luz roja en el acné
Los investigadores demuestran que la terapia con luz roja puede ser un tratamiento eficaz para el acné leve a moderado. Después de cuatro tratamientos, dos veces por semana, el 85% de los participantes del estudio muestran una reducción significativa de al menos el 50% de las lesiones de acné. Estas sesiones de tratamiento, dos veces por semana, dan como resultado mejoras más rápidas y menos efectos secundarios que el uso de antibióticos orales. 

Este estudio también encontró que la exposición a la terapia con luz roja puede ayudar a reducir el acné. Los investigadores descubrieron que las longitudes de onda en el espectro de luz infrarroja cercana son efectivas para reducir la inflamación y mejorar la textura de la piel. 

En este estudio, compararon dos longitudes de onda diferentes para el tratamiento del acné vulgar. Descubrieron que la terapia con luz roja (630 nm) era más eficaz que la terapia con luz infrarroja (890 nm) para reducir las lesiones del acné. Después de 12 sesiones de tratamiento durante un período de 10 semanas, los pacientes tratados con luz roja mostraron una reducción significativa de las lesiones de acné.

Otro estudio también demostró que la terapia con luz roja era eficaz en el tratamiento del acné. Después de 8 semanas de tratamiento con un pequeño panel de terapia de luz roja, los participantes mostraron significativamente menos lesiones de acné en el lado tratado de la cara en comparación con el lado no tratado. Además, la gravedad del acné, medida mediante una escala visual analógica (EVA), se redujo significativamente al final del período de tratamiento.

Actualización de junio de 2024: un nuevo estudio comparó la eficacia de la terapia con luz roja con una crema antibiótica en el tratamiento del acné. El estudio incluyó a 40 pacientes que fueron tratados con luz infrarroja cercana (808 nm) en un lado de la cara y crema de eritromicina (antibiótica) en el otro.

Después de ocho tratamientos, dos veces por semana, los pacientes mostraron mejores resultados con el lado ligero que con el antibiótico, con menos recaídas y sin efectos secundarios.
Este estudio también confirma que la terapia con luz roja es una opción de tratamiento segura, eficaz y beneficiosa para el acné.

Conclusión sobre la terapia con luz roja para el acné
La terapia con luz roja es una opción de tratamiento natural prometedora para el acné, con longitudes de onda específicas como 630, 660, 670 y 810 nm que han demostrado su eficacia para reducir la inflamación, las lesiones del acné y mejorar la textura de la piel.

Aunque se ha demostrado que las longitudes de onda de la luz azul son efectivas debido a sus efectos antibacterianos, es fundamental tener cuidado con la luz azul. Puede dañar las mitocondrias y producir radicales libres, lo que puede contribuir al envejecimiento celular acelerado.

Las investigaciones muestran que la luz infrarroja cercana, concretamente la de 810 nm, también puede tener efectos beneficiosos sobre la flora intestinal, que es importante para reducir la inflamación y fortalecer las membranas mucosas. Una flora intestinal sana reduce los síntomas del acné. Mediante el método de contacto con la piel, la luz penetra aún más profundamente en el cuerpo que cuando se utiliza de forma remota.

La terapia con luz roja e infrarroja cercana parece ser una opción de tratamiento holística y segura para el tratamiento del acné, donde se puede tratar el acné no solo directamente en la piel, sino también de forma indirecta mejorando la salud intestinal. Además, vemos que la terapia con luz roja, cuando se usa de manera constante, muestra resultados después de 1 o 2 meses.